LA HABANA -- Las restricciones a las libertades de expresión en Cuba siguen intactas y las autoridades continúan utilizando detenciones arbitrarias, interrogatorios y advertencias para silenciar a la oposición, concluyó el informe anual de Amnistía Internacional (AI) sobre la situación de la isla.
La organización exhortó al gobierno cubano a implementar cambios en las libertades individuales y de asociación que garanticen el derecho legítimo de la ciudadanía a expresarse sin cortapisas.
"Las restricciones a los medios de comunicación cubanos son estrictas y generalizadas'', afirmó la directora adjunta para las Américas de Amnistía Internacional, Kerrie Howard. "Impiden a los ciudadanos ejercer su derecho a la libertad de opinión y expresión, como la libertad de buscar y difundir información''.
El documento, titulado Restricciones a la libertad de expresión en Cuba, indica que en la isla ha habido un aumento en la represión a periodistas y disidentes provocada, entre otros factores, por la falta de apertura.
"Amnistía Internacional exhorta al gobierno cubano a emprender y acelerar las reformas necesarias para hacer de los derechos humanos una realidad para todos los cubanos'', expresó la organización durante la presentación del informe en Madrid.
También exige que el gobierno cubano "libere de inmediatamente y de manera incondicional a todos los presos de conciencia encarcelados exclusivamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión''.
Amnistía Internacional recomendó que La Habana "se abstenga de utilizar la difamación penal como medio para silenciar la disidencia''. También pidió que se permita que los ciudadanos de a pie tener contacto con organizaciones internacionales que abogan por el respeto de los derechos fundamentales.
"Amnistía Internacional cree que esta falta de cooperación con las organizaciones internacionales es corta de miras e innecesaria en un país que afirma aspirar a las normas más elevadas de derechos humanos'', indicó el grupo.
El análisis de Amnistía Internacional sobre la situación interna y las consecuencias de las restricciones sobre la sociedad civil fueron respaldados por opositores dentro y fuera de Cuba.
Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que el informe describe una realidad desfavorable.
"Pone de relieve que en Cuba reina una de las peores situaciones del mundo. Existe ese clima de terror más que de temor, pero no es sólo con la disidencia sino contra toda la población''.
El alcance de la evaluación de Amnistía Internacional coincide con una serie de acontecimientos históricos ocurridos en la isla, como el deshielo en la comunicación entre el gobierno y la jerarquía católica para tratar el tema de los presos políticos. El encuentro resultó en la excarcelación de un opositor enfermo, Ariel Sigler Amaya, el 12 de junio. Ese mismo día, seis prisioneros fueron trasladados a cárceles cercanas a sus lugares de origen. Dos semanas antes otros seis recibieron el mismo beneficio.
Carmen Ferrero, directora de prensa e información del Centro de Derechos Humanos y Democracia de la Brigada 2506 en Miami, catalogó el informe de Amnistía Internacional de veraz y oportuno.
"El informe es correcto. Hemos visto un aumento de la represión contra cualquier persona que tenga algo negativo que decir contra el régimen'', declaró Ferrero a El Nuevo Herald. Agregó que las limitaciones al uso de herramientas informativas como internet revelan que no hay cambios que realmente alienten la discusión abierta de ideas.
"No permiten muchas cosas y hay personas que están continuamente bajo vigilancia [policial]'', acotó.
Amnistía Internacional detalló que el gobierno cubano ha tratado de hallar excusas en el embargo estadounidense para ocultar la falta de protección a los derechos humanos. El grupo catalogó de "mala excusa'' para infringir los derechos ciudadanos.
"El informe de Amnistía Internacional se basa en datos concretos, no hay especulaciones'', dijo Omar López Montenegro, director ejecutivo de la Fundación para los Derechos Humanos, adscrita a la Fundación Nacional Cubanoamericana. "El peso real del informe son las violaciones de los derechos humanos y siempre se acepta porque se atiene a los hechos'', agregó.
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